200gde harina de trigo (puedes también utilizar sémola de trigo duro o una harina integral)
2huevos(pueden sustituirse por 100 ml de agua)
2cdtas. de aceite de oliva virgen extra(10 g)
1/2cdta.de sal(3 g)
Harina de trigo o de arroz para enharinar la pasta
Relleno de pera y Gorgonzola
1cebolla finamente picada
2peras medianas peladas y cortadas en trozos pequeños
80gde queso gorgonzola
Salsa de nueces
200mlde nata para cocinar o leche evaporada
50gde queso gorgonzola
10nueces peladas
Sal y pimienta molida al gusto
Elaboración
Para hacer el relleno
Sofríe la cebolla en una sartén con un poco de aceite de oliva. Añade las peras troceadas y cocina durante 5-10 minutos hasta que se ablanden.
Incorpora el queso gorgonzola troceado, y remueve hasta que se deshaga y se ligue la salsa. Reserva.
Para hacer la salsa de nueces
Pon la nata junto con el queso gorgonzola en un cazo. Salpimienta al gusto y cocina a fuego medio un par de minutos, o hasta que el queso se funda.
Retira del fuego y tritura la salsa junto con las nueces hasta que no queden grumos. Reserva.
Para hacer los raviolis
Sobre una superficie lisa en la que se pueda amasar, crea un volcán con la harina, casca los huevos en medio, añade el aceite y la sal.
Mezcla bien los ingredientes con las manos y empieza a amasar. Amásala durante unos 8-10 minutos hasta que quede todo bien integrado, y la masa esté compacta y ligeramente elástica.
Haz una bola con la masa y envuélvela en film transparente o colócala en un bol untado con aceite y tapado. Déjala reposar en la nevera unos 20-30 minutos.
Divide la masa en 4 trozos para que sea más fácil estirarla. Echa un poco de harina de arroz en la superficie en la que estés trabajando y aplasta un trozo de masa ligeramente con las manos o con un rodillo.
Ajusta los rodillos de la máquina de hacer pasta al grosor más grande (número 7), y pasa tu masa por esa abertura de la máquina girando la manivela. Vete estrechando el espacio entre los rodillos cambiando de número y vete pasando la lámina de pasta entre ellos. Vete incorporando un poco de harina de arroz con la mano sobre la superficie de la masa para evitar que se pegue.
Para hacer estos raviolis dejamos la pasta en el grosor correspondiente al número 2, no llegamos al punto más fino porque se rompería con demasiada facilidad. Con esta cantidad hemos hecho 4 láminas de pasta del tamaño de nuestro molde para raviolis.
Espolvorea generosamente el molde con harina. Pon encima una lámina de pasta, que quede floja. Distribuye el relleno en los huecos con una cucharita, mejor no llenarlos demasiado o se abrirán al cocer.
Ahora pinta con agua los bordes de la bandeja y los espacios entre raviolis. Pon encima otra lámina tapando el molde. Espolvorea nuevamente con harina y pasa el rodillo pequeñito por encima de las líneas de separación de los raviolis y presionando ligeramente, no mucho, sólo para que queden bien cerrados los raviolis.
Dale la vuelta a al molde sobre una superficie enharinada. Si es necesario separa los raviolis con un cortador de pasta o con un cuchillo. Déjalos secar unos 15 minutos antes de cocerlos.
Los raviolis se cuecen en agua hirviendo con sal, se recomienda usar 1 litro de agua por cada 100 g de pasta y 1 cucharadita de sal por cada litro de agua.
Cuécelos entre 3 y 5 minutos, dependiendo del tamaño, hazlo con un hervor suave para que no se rompan. Una vez listos sácalos con una espumadera y sírvelos con la salsa de nueces.
Si quieres conservar los raviolis para otro momento, déjalos secar un total de 30 minutos. Luego ponlos en una bandeja, tápala con film y guárdala en la nevera durante un par de días. Para congelarlos introduce la bandeja con los raviolis en el congelador hasta que estén duros, luego ya puedes pasarlos a una bolsa de plástico para que ocupen menos espacio en el congelador.