Tuesta la avena y los frutos secos en la sartén skillet a fuego medio durante unos 5 minutos, removiendo continuamente. Retira a un plato y reserva.
Pon el aceite de coco y la miel a calentar en la sartén a fuego bajo durante un minuto. Añade la canela y una pizca de sal. Mezcla y no dejes de darle vueltas.
Echa la avena con los frutos secos y remueve hasta que esté todo cubierto con la mezcla de aceite y miel. Sigue dándole vueltas durante unos 3-4 minutos, o hasta que veas que la granola se está empezando a dorar.
Retira del fuego y deja enfriar por completo, al irse enfriando verás cómo se queda más crujiente. Guárdala en un recipiente de cristal herméticamente cerrado, aguanta hasta 3 semanas.