Mezcla todos los ingredientes en el bol y amasa hasta formar una masa homogénea. También puedes hacerlo con un robot de cocina.
Forma una bola con la masa, tapa con film transparente y deja reposar en la nevera un mínimo de 20 minutos, puede ser toda la noche.
Precalienta el horno a 180°C. Estira la masa entre dos papeles de horno con un rodillo hasta tener una lámina de 4-5 mm. Corta un círculo algo mayor que el del molde para tartaletas para poder cubrir las paredes.
Dispón la masa en el molde y estira la masa con tus dedos para que lo cubra bien. Pincha la base de todas las tartaletas con un tenedor y hornea 10-15 minutos a 180ºC. Deja que se enfríe antes de rellenarlas.
Crema de limón
Coloca todos los ingredientes en un cazo y antes de ponerlo al fuego bate todo bien con unas varillas.
Cocina a fuego muy bajo removiendo continuamente hasta obtener una crema espesa. Vierte la crema en un bol, tápala con film a piel y métela en el frigorífico. Mejor si la dejas enfriar de un día para otro.
Rellena las tartaletas con la crema de limón y decora con frambuesas, arándanos, hojas de menta y algunas semillas de cáñamo.