Pon las láminas de gelatina a hidratar en un bol con agua bien fría durante 5 minutos.
Mientras, haz el café y calienta la mitad de la leche. Mezcla el café con la leche y añade el azúcar y las hojas de gelatina una a una, y bien escurridas. Remueve hasta que la gelatina se disuelva por completo. Deja templar unos minutos.
Incorpora el resto de la leche, el queso crema y la vainilla. Mezcla bien con unas varillas manuales y vierte la mezcla en los moldes para coulant hasta llenarlos casi por completo. Deja enfriar en la nevera durante 6 horas como mínimo, o toda la noche.
Despega el borde con cuidado con un cuchillo y para desmoldarlo, coloca un plato encima, y con decisión, dale la vuelta. Decora los flanes con virutas de chocolate, hojas de menta y algún fruto rojo.