Calienta 2 cucharadas de aceite de oliva en la cocotte. Saltea la cebolla, los ajos, la zanahoria y el pimiento unos 5 minutos.
Mientras, limpia los mejillones. Para quitarles los bigotes agárralos y tira de ellos hacia la parte más estrecha de la cáscara y hacia abajo al mismo tiempo. Luego ponlos bajo un chorro de agua fría y utiliza un pequeño cepillo para raspar la concha del mejillón. Si alguno de los moluscos tiene la concha rota, deséchalo.
Añade los mejillones a la cocotte y pon la tapa. Espera 3-4 minutos hasta que los mejillones se abran.
Incorpora los langostinos, el pimentón y el brandy. Rehoga un poco y deja que el alcohol se evapore 3-4 minutos.
Echa el agua o caldo y deja que llegue a ebullición. Entonces baja el fuego a medio, pon la tapa y cocina durante 30 minutos.
Luego pasa todo por un colador y después pela los langostinos y los mejillones.
Pon en el vaso de la Vitamix la mitad del caldo que has colado, la nata, las verduras, los langostinos y los mejillones pelados. Tritura hasta obtener una crema sin grumos. Salpimienta al gusto y vete añadiendo más caldo, y triturando, si quieres que quede más líquida. Reserva.
Para los langostinos crujientes. Extiende la hoja de pasta brick y córtala en 4 tiras a lo largo.
Pincela cada una por un lado con la mantequilla derretida. Pon un langostino en cada trozo y salpimienta. Enrolla y atraviesa cada rollo con un palillo.
Ponlos en una bandeja de horno. Pincela con un poco más de mantequilla y añade unas semillas de sésamo por encima. Hornea a 200°C durante 5 minutos, o hasta que estén dorados.
Sirve la crema en las mini cocottes y pon un langostino sobre cada una. También puedes calentar la crema en las mini cocottes en el horno a la vez que haces los langostinos.