Pide a tu carnicero que te pique la carne junta, o bien si tienes el accesorio picadora de KitchenAid, como yo, mucho mejor, ya que puedes hacer en casa tus propias mezclas de carne.
Echa la carne en un bol, salpimenta al gusto, y añade la zanahoria rallada, el perejil muy picadito, el huevo batido, y la miga de pan escurrida. Cubre con film y refrigera un par de horas o toda la noche, para que la carne coja sabor, y mientras preparas la salsa.
Hacer la salsa
Echa un poco de aove en una cocotte y cuando esté caliente añade las cebollas cortadas en juliana y la zanahoria en ruedas finas. Sala y rehoga a fuego medio bajo hasta que esté todo bien pochado y con color. En ese momento añade la rebanadita de pan troceado y deja que de fría también.
Mezcla todo, agrega el vasito de vino, sube un poco el fuego, y deja que se evapore el alcohol. En ese momento cubre con un poco de agua, baja el fuego y deja cocinando durante una hora a fuego medio bajo, vigilando de vez en cuando que la salsa no se quede sin agua. Una vez lista la salsa, pásala por el pasapurés para que tenga cuerpo y reserva.
Terminar las albóndigas
Saca la masa para albóndigas de la nevera, forma bolitas con las pinzas de La Croquetera, para que nos queden todas iguales, pásalas por pan rallado y fríelas en abundante aceite de oliva. Escurre sobre papel absorbente.
Puedes omitir el paso de freír las albóndigas y cocinarlas directamente en la salsa, para hacer un plato más ligero. Echa las albóndigas sobre la salsa y cocina el conjunto durante 15 minutos. Sirve calientes con un poco de verdura al vapor, en este caso brócoli.