Para hacer la base tritura la avena con una picadora o batidora de vaso. Luego añade la canela, el jengibre y la mantequilla un poco derretida previamente en el microondas. Vuelve a triturar hasta que esté todo integrado.
Vierte esta mezcla en la base del molde desmontable y presiona con una cuchara hasta que quede completamente uniforme. Mételo en la nevera.
Para cocinar la calabaza puedes utilizar el estuche de vapor de Lékué, simplemente coloca la calabaza en trozos en el recipiente. Cocina en el microondas durante 7 minutos a 800 W. Luego tritura la calabaza con una batidora hasta obtener un puré.
Pon en un bol el queso y el azúcar. Bate con unas varillas hasta obtener una mezcla cremosa. Añade los huevos, el puré de calabaza, la vainilla y las especias. Vuelve a batir hasta que esté todo integrado.
Saca el molde de la nevera y vierte la mezcla ahí. Introduce la tarta en el horno precalentado a 180ºC con calor arriba y abajo, en 45-50 minutos estará lista.
Saca del horno y deja que se enfríe por completo antes de decorarla.
Para montar la nata firme ponla en un bol y empieza a montarla con unas varillas. Cuando empiece a espesar añade una cucharada de queso crema y sigue batiendo. Una vez la nata está casi montada incorpora el azúcar y bate un poco más. Pon la nata en una manga pastelera con la boquilla que quieras.
Desmolda la tarta con cuidado y decora el borde haciendo flores de nata montada. Espolvorea un poco de chocolate rallado por encima y guarda la tarta en la nevera hasta el momento de servir.