Para la base, ralla el calabacín sobre un colador utilizando un rallador. Presiona para retirar todo el líquido que contiene. Después pon el calabacín escurrido en un bol y añade el resto de ingredientes. Mezcla bien todo el conjunto.
Extiende la mezcla sobre una bandeja de hornoforrada con papel vegetal y untado con un poco de aceite, o sobre un tapete antiadherente de silicona. Vete aplastando la masa con una cuchara hasta que tenga 0.5 cm de grosor aproximadamente.
Con el horno precalentado a 190ºC con calor arriba y abajo, hornea la base de calabacín durante 20-25 minutos, hasta que esté ligeramente dorada.
Saca del horno y añade los toppings. Primero extiende la mozzarella por toda la base. Distribuye las láminas de pera, las rodajas de queso de cabra y las nueces troceadas. Mete de nuevo al horno durante 5-10 minutos hasta que el queso se derrita.
Una vez fuera del horno añade la rúcula y un poco de miel por encima. ¡Lista para comer!