Mezcla en un bol la coliflor rallada con el queso, el huevo, la sal y el orégano hasta tener una masa homogénea.
Vierte la mezcla sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal. Vete dándole forma de pizza y aplastando la masa con una cuchara hasta que tenga 4-5 mm de grosor aproximadamente.
Con el horno precalentado a 180ºC con calor arriba y abajo, hornea la base de coliflor durante unos 20-25 minutos, hasta que esté ligeramente dorada.
Saca del horno y añade los toppings. Unta la base con 4 cucharadas de salsa de tomate, y distribuye la mozzarella cortada en rodajas. Añade los trozos de beicon y los champiñones en láminas. Lleva la pizza de nuevo al horno durante 7-8 minutos hasta que la mozzarella se derrita y los bordes estén crujientes.
Reparte por encima unas hojas de albahaca fresca y disfrútala.