Crumble de fresas
Hoy extendemos nuestra pasión culinaria hasta los países anglosajones para daros a conocer la receta de este crumble de fresas. Un postre muy tradicional que combina de forma maravillosa una capa crujiente de crumble con otra de fruta fresca. Sin duda es uno de los mejores postres hechos a base de fruta. En esta ocasión lo vamos a hacer con fresas aprovechando que están de temporada, pero puedes probar esta misma receta con otras frutas.
Por un lado, haremos el crumble mezclando harina, copos de avena y mantequilla hasta obtener una especie de migas. Utilizaremos un molde o bandeja de horno para colocar primero la capa de fresas y encima el crumble. En nuestra tienda online encontrarás este y otros moldes y utensilios para hacer tus postres. Una vez horneado el crumble queda dorado y crujiente. El calor del horno también habrá hecho que la capa de fruta que está debajo se ablandará y soltará sus jugos multiplicando su sabor. ¡Ya verás qué delicia!
Te verás tentado a hincarle el diente en cuanto salga del horno, ¡pero ten cuidado que quema! Toma buena nota de esta receta y hazla con la fruta que esté de temporada en cada momento. ¡Que la disfrutes!
Crumble de fresas
Ingredientes
Para el crumble
- 75 g de harina de trigo
- 50 g de copos de avena
- 30 g de azúcar
- 60 g de mantequilla
Para la fruta
- 700 g de fresas
- 1 cda. de harina
- 1 cda. de zumo de limón y ralladura de 1 limón
Elaboración
- Precalienta el horno a 200° C y engrasa ligeramente la fuente de horno que vayas a utilizar.
- Para hacer el crumble coloca en un bol la harina, los copos de avena y el azúcar. Añade la mantequilla bien fría cortada en dados y mezcla con los dedos hasta obtener una textura arenosa. Reserva.
- Lava y quita el tallo a las fresas y córtalas en trozos. Ponlas en la fuente que vas a utilizar para el crumble y añade 1 cucharada de harina, la ralladura de ½ limón y 1 cucharada de zumo de limón. Mezcla todo bien y distribuye la fruta por toda la fuente.
- Extiende por encima el crumble que has preparado y hornea a 200° C durante unos 20-30 minutos, teniendo cuidado de que no se queme. Cuando esté bien dorado y la fruta burbujeante, puedes sacarlo.
- Sírvelo templado o frío, también puedes acompañarlo con yogur, helado o tomarlo solo, que ¡está buenísimo!